Perdonad la música de fondo, pero ahora estoy en el gimnasio donde Jesús me ha pedido que cuide la salud de mi cuerpo. Acabando de leer las respuestas a las preguntas que anoche le planteé a Jesús, ahora tengo necesidad de recibir su misericordia y de volverme a su amor, pues dijo que fuera de noche o de día, me recibiría.
'Ahora estoy aquí mi Señor, tómame como deseas, entre tus brazos de paz, entre tus brazos de esperanza y misericordia. Porque me he sentido solo estas últimas horas sin mi familia presente. Pero sé que Tú eres todopoderoso y todo presente en todas las circunstancias, como me has dicho que te reciba'.
Nuestro Señor dice, "Hija mía, es bueno que hayas venido a mí y no te preocupes por el lugar. Pero lo más importante es que ahora estás, a través de la oración, dentro de mi corazón. Te quiero. Te quiero.
Me alegro de que hayas venido a mí para aliviar tu corazón de la soledad que sientes, para que puedas continuar en la belleza de mi fuerza en este día. En los momentos en que te sientas separado o aislado de mí, vuélvete a mí en todo momento para recibirme.
Mi corazón llora por los pobres pecadores y mi corazón llora por todas las almas en mi misericordia.
Te amo y te agradezco el lugar que ocupas en este momento dentro de mi corazón".