"Sí, mi querido hijo. He venido a anunciar la victoria de la Cruz y el poder de la pasión, muerte y resurrección de mi hijo sobre el pecado y las tinieblas para la redención del mundo, para la redención de las almas que elijan recibirlo.

Que la luz eterna de la Cruz brille hoy en tu corazón, para ser luz para aquellos a quienes Jesús y yo te conduzcamos."

'Que yo sea, madre, todo lo que Dios desea que yo sea este día según su voluntad, así como todos y cada uno de los días, para seguir el camino de la misericordia de la Cruz, para anunciar este día de arrepentimiento, que tú deseas, por la esperanza que deseas dar a los pobres necesitados de la misericordia de tu hijo'.