"Mi querida niña, hoy estoy contigo".
'Señor mío, gracias por la gloria de este día y la belleza de esta noche pasada. Únela a tu corazón y dentro de tu corazón descansa en tu amor'.
"Estoy contigo, hijo mío. Permíteme hablar a tu corazón. Permíteme ofrecerte hoy mi amorosa misericordia a través del santo poder de mi Cruz y al haberme recibido en la Sagrada Comunión. Busca todas las cosas que purifiquen tu alma y te hagan santo, que te atraigan a la luz y te llenen de mi luz. Ven, toma mi mano y deja que te guíe. Alégrate, alégrate en mi amor.
Sí, ven y deja que te guíe en todo".
Ahora tengo una visión de Jesús. Está colgado de la Santa Cruz, sufriendo, la Cruz que levita sobre el mundo. Su corazón está expuesto y su sangre brota de su corazón sobre el mundo entero.
Señor mío, báñanos en tu misericordia, en tu redención y fortalécenos con el poder de tu Preciosa Sangre para permanecer en la fe, para permanecer en la luz de tu amor, para sanarnos y transformarnos. Y te pido por las conversiones y la paz en este día y para glorificar tu corazón en todas las cosas'.
"Alégrate, hijo mío, alégrate. Da gracias al Señor tu Dios por todo lo que ha hecho por ti".'Te amo, mi Señor, te amo. Tómame como desees'.