Nuestro Señor dijo: "Te basta mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad".
Y ahora dice, "Mi querida hija, ven hoy a mí en las santas gracias de mi amor, porque cada día hay nuevas gracias, nuevas esperanzas, nuevas alegrías en mi amor.
Cuando uno se siente cansado y débil y temeroso, y necesita una esperanza renovada, mi gracia es suficiente para llevarlo. Todo lo que hay que hacer es volver el corazón hacia mí, en las santas gracias de mi amor, abriéndome el corazón en la oración, mis queridos hijos, dejando que la misericordia y la esperanza de mi resurrección, de mi sacrificio que perdona, llenen vuestras almas de paz.
Encomendad hoy vuestros corazones a mi misericordia, y confiad vuestros corazones a la esperanza de mis santas gracias, pidiéndome que os bendiga, pidiéndome que llene vuestro corazón con las grandes gracias de mi amor para que crezcáis en el amor en una fe más profunda por Dios nuestro Padre."