Nuestro Señor dice, "Mi querido hijo, en todas las cosas, ama. Hazlo todo según las leyes naturales del amor y la gracia de mi Padre, que Él desea restaurar en este mundo.

Sin embargo, muchos lo niegan. Sí, no tienes que pensar ni actuar de otra manera que no sea a partir de los deseos de mi corazón. Será sencillo, el camino de la sencillez y la humildad.

Sí, mi querido hijo, en todo camina humildemente.

Hija mía, luchaste largo y tendido por un país en mi nombre, a través de mí, para proteger su democracia y su paz sirviendo e intercediendo a través del Corazón Inmaculado de mi madre y de mi Sagrado Corazón, por su líder y por su pueblo, Las batallas entre el bien y el mal fueron así muy intensas. Y tú hiciste lo mejor que pudiste todo lo que yo deseaba al permanecer, al mantenerte centrado en mi voluntad para él y para el pueblo.

Pero no hay que seguir luchando. La victoria fue ganada a tiempo para los corazones del país. Escucha, hija mía, estate quieta y sabe que Yo soy Dios. No, no tienes que luchar más porque la batalla fue mía para ganar en la victoria que tuve en la Cruz de mi pueblo.

Deseo que camines naturalmente en la pureza y en la humildad con un corazón de niño para mis hijos, en dar testimonio y ver todo lo que es bueno y permitir que el pasado, tus batallas pasadas en mi nombre, sean el pasado, ahora para caminar en la luz y de la verdad de los deseos de mi corazón, para que estés quieto en solo amarme y amar a otros. Porque el poder de mi gracia que esta trabajando a traves de ti lograra mas que cualquier reconocimiento o glorias del mundo que son falsas y erroneas por naturaleza. Porque ellos solo crean ídolos que no son de mi tu único y verdadero Dios. Y yo te guiaré desde mi gloria y harás cosas más grandes en mi nombre".

Señor, cuando estoy con la gente, incluso cuando estoy con un alma, y veo que hay una batalla que ganar por ellos en tu nombre por su esperanza y salvación, quiero moverme como un león para ayudarles y protegerles. Pero no quiero llegar a los extremos, por eso comprendo lo que dices.

Una vez me dijiste que caminaría como Adán, mi primer padre terrenal, al oír tu voz y hablar contigo. Llévame a la gloria de tu corazón. Que yo sólo anime'.

Nuestro Señor continúa, "Oh hijo mío, construye mi reino. Que mis palabras preparen el corazón de mi iglesia. Alégrate y no pongas tu luz debajo de un celemín. Comienza a hacer los videos como te dije, tendrán un efecto más profundo en el futuro que lo que conoces."

Sí, mi Señor.

Nuestro Señor: "Y tendrás alegría y serás feliz porque cuanto más da tu corazón más alegría recibes de verdad amando".

'Mi Señor, sólo quiero amar. No quiero nada más. Y estando sólo un día en Asís, ahora, yendo por el segundo, puedo sentir el amor que tuve por Francisco reavivándome y reinspirándome una vez más. Y al pasar el segundo día, creo que podría quedarme aquí por muchos para cumplir con alegría tu obra. Y la persona con la que me enviaste, necesita tanto amor y aliento para apoyar, para cumplir este trabajo, que es el trabajo más profundo, creo, para el alma, madre e hijo, para estos tiempos dentro de la Iglesia. ¿Qué puedo hacer sino amar, escuchar y animar? Pero no quiero llegar al extremo de luchar en mi intercesión, pues vosotros ya habéis obtenido la victoria. Lo único que debo hacer es conducirla continuamente hacia ti, recordándole tus palabras. Quiero protegerla, pero sólo tú puedes hacerlo. Y el amor protege, cubre todas las ofensas.

Oh Señor, incluso ahora, a través de la paz de estar aquí, están volviendo viejos sueños que habían estado enterrados durante tanto tiempo. Sáname, Señor. Restáurame en tu amor y en tu misericordia, libérame. Tú dijiste desde la Cruz: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" y, mientras te lavaba los pies, dijiste durante el último verano: "Haced esto a los demás, como yo lo he hecho con vosotros". Nos has dado grandes ejemplos de amor, porque no hay amor más grande que dar la vida por el hermano".

Jesús dice, "Sí, hija mía, has hablado verdad con compasión y misericordia y amor por ellos y por lo que deseas cumplir. Así que, descansa ahora. Descansa. Y alégrate, y yo te guiaré en la alegría de mi misericordia este día.

Te quiero y siempre estoy contigo".