Nuestro Señor dice, "Hijo mío, en todas las cosas, estate quieto en Espíritu y sé sabio, recibiendo la sabiduría y el conocimiento de mi Espíritu para guiarte con paciencia y con amor.
Escucha cómo te habla mi corazón, para que oigas como yo oigo, y veas como yo veo, y tu lengua se suelte por el amor para hablar según los caminos de mi compasión y de mi misericordia.
Sí, mi querido hijo, ten mucho amor, compasión y misericordia en todas las circunstancias, y deja que tu corazón descanse en mí, caminando en todo lo que deseo darte. La misericordia de mi Cruz, la misericordia de mi sacrificio, es para los corazones de mis hijos necesitados.
Hija mía, te he dado todo lo que necesitas para los demás, y es el don eterno de mi palabra, de estas palabras, para tu alma. Invoca al ángel Gabriel para que interceda y te ayude a difundir mis mensajes de amor. Él es el ángel de mi palabra, y ha venido a ti en el pasado y está esperando para asistirte. Te he concedido la Comunión de los Santos, y que invoques a cada uno según los deseos de mi corazón, para que te ayuden."
'Oh querido ángel, escucha mi corazón. Mi corazón clama por fuerza y sabiduría por valor y la alegría de la esperanza del Señor dentro de mí, dentro de mi ser, que me consuma. Tómame, querido ángel, entre tus alas de luz, y llévame al cielo. A través de la tierra, llévame según los deseos de nuestro Señor y de su santa palabra. Te doy gracias, mi Señor, por haberme traído a Gabriel. Y te amo, Gabriel. ¿Qué deseas compartir conmigo en este momento? Pues mis manos y mi corazón, mis brazos, están abiertos para recibirte".
El ángel Gabriel dice, "Yo estoy con vosotros y Dios nuestro Padre me ha llamado para que os asista. Escucha la palabra de mi voz dentro de ti, para llevarte al cielo cada día y que esta obra de amor santo en la pureza y gracia del corazón de Dios nuestro Padre se cumpla como corresponde."
'Ángel, hágase en mí según los deseos del corazón de nuestro Señor'.
"Hijo mío," el Ángel continúa diciendo, "Quédate quieto en la gloria de Dios y que su luz te consuma. Que te vuelvas a él en todas las cosas y permitas que él, que es misericordia, te llene de su compasión y alegría. La voz del Señor del Santo de todos los Santos está dentro de ti. Libérate a su verdad y mantente fuerte con piernas de amor, con las manos levantadas al cielo en agradecimiento por su gloria."