María es la gloria del cielo, la luz de la nueva Eva que comparte su esperanza de redención y salvación con toda la humanidad.
Ella es el Arca de la Nueva Alianza entre el hombre y Dios, que dio a luz la vida y el amor al dar a luz a Jesús, el Verbo Eterno hecho carne para consumir nuestros corazones de amor y que podamos enseñar a la humanidad a amar siendo sus luces.
La humanidad ha olvidado cómo amar de verdad y nosotros, sus siervos, debemos abrir el camino a través de él y en él para ser los siervos eternos de la Cruz y la resurrección.
Oh, cómo arde ahora mi corazón con el fuego del amor divino a través de ella y en él.
Ven y tómame, madre, embriágame en tu paz celestial, oh gloriosa Reina de la Paz.
Puedo sentirte en mí y a mi alrededor, madre de luz y vida. Tómame como desees. Tómame en tu corazón.