'Madre, las batallas de esta noche han sido severas y dolorosas para mi corazón. Pero perseveraré para seguir el camino de la gloria de la luz, que es el amor, para guiarme. Te amo, querida madre'.

"Sí, hijo mío, mi corazón colmará tu corazón con gran amor".

'Oh Espíritu Santo, como sé que estás presente, sé mi fuerza y mi guía. Sáname esta noche: corazón, mente, cuerpo y alma de todo lo que necesite ser sanado'.

Nuestra Señora dice, "Hijo mío, mis hijos necesitan la alegría y la paz del Espíritu Santo. No dejes que tu corazón se extravíe. Deja que los pensamientos del Espíritu sean tus pensamientos y tu guía. En mi misericordia, el corazón misericordioso de tu madre te aconsejará siempre que hagas el bien.

Sí, hijo mío, ve en la gloria de hacer el bien y ésta será tu motivación y tu amor".

'Madre, guíame en la misericordia y la compasión amorosa de mi Salvador que es esperanza para el alma'.