GREGORY: Como las estrellas en la noche, tú me cantas. Ofreces a mi corazón la alegría de tu Espíritu y el gozo eterno de tu amor. Incluso en mis más profundas agonías, tu Sagrado Corazón me concede la esperanza de que tu Espíritu llene mi corazón de una gran paz, la paz de tu misericordia que es toda bondad más allá de toda creencia al perdonarnos nuestros pecados. Yo, pobre pecador débil, busco la gloria de tu amor para que me sostenga.
Ven mi amor y llena mi corazón con la paz y la alegría de tu Espíritu eterno. Ven amor mío y cantemos juntos un nuevo día de esperanza para tus hijos. Que este día haya paz en el mundo.
JESÚS: Ven a mí, mi amor, y descansa ahora. He querido darte descanso. Que nadie te desanime en tu fe para confiar más profundamente en mí. Mantente firme en la alegría de mi Espíritu y deja que mi paz abunde en tu corazón.
Sí, te amo. Descansa ahora y consumámonos en el amor como uno solo para la gloria eterna de mi Padre. Reza lentamente con sinceras intenciones de amarme sólo a mí.