"Sí, recibe el poder del don de mi Espíritu Santo dentro de tu corazón para despertar tu alma en este momento".

Señor mío, te pido perdón por mis pecados y los del mundo entero en todo lo que te haya ofendido. Porque Tú eres mi amor y mi fuerza. A lo largo de mi vida has sido mi amigo, mi mejor amigo, que sólo me ha dado amor y me ha animado a hacer lo que es justo según tu voluntad.

Sí, hermanos míos, buscad a Dios, vuestro Salvador, de todo corazón, y él os ayudará con su misericordia a fortaleceros cada día más en sus gracias y os conducirá entre sus brazos por el camino de la salvación'.

"Canta, hijo mío, canta hoy en tu corazón un nuevo canto de amor, para que tu corazón proclame mi gloria.

Sí, descansa ahora, descansa ahora en la paz de mi amor porque ¿de qué te sirve, hijo mío, ganar algo en el mundo si no tienes primero mi amor dentro de ti para renovar y fortalecer tu camino de esperanza para los demás? Lo primero es recibirme para que te prepare a caminar entre los que en el mundo necesitan de mi misericordia".

Sí, Señor mío, comprendo y que tu corazón llene siempre mi corazón de la gran alegría que es tu paz.

1 Juan 5 dice: "Si sabemos que él nos oye, cualquier cosa que pidamos sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho". Es decir, simplemente pidiéndote, mi Señor, ya recibimos. Por eso, te pido una mayor abundancia de tu amor en mi corazón".

"Sí, hijo mío, recibe de mí la pureza de todo lo bueno y yo seré tu luz y tu fuerza. Seré tu esperanza y tu amor para siempre".