Jesús dice"Mi querida niña".
'Mi Señor, te amo. Te amo'.
Ahora tengo la visión de Jesús. Camina por un sendero humilde. Está hecho de tierra fértil y rica, de color marrón dorado claro como su pelo, vestido con su túnica blanca de lana y un cordero blanco puro camina a su lado. Es a la vez Jesús que aparece ante mí y el Cordero eterno de Dios, el Cordero eterno del sacrificio del amor de Dios. Jesús aparece con alegría, sonriendo tan brillante como azul es el cielo. Es una visión sencilla. Jesús camina con diligencia, pero con suavidad.
Y dice, "Mi querido hijo, ven a seguirme a la gloria eterna. Este es el camino que deseo que cumplas. Donde estás ahora es donde debes estar y cumpliré tu tiempo en Ecuador con días de paz. He extendido tu camino allí".
Sí, mi Señor, toma mi mano y guíame. Hay muchas almas que te necesitan, que te aman y han puesto su confianza en ti'.
Jesús continúa, "La alegría del Señor está contigo, hijo mío, la alegría que es mi amor y mi misericordia.
Sí, hijo mío, déjame llevarte a las alturas eternas de nuevas alegrías para que mi amorosa bondad llene tu alma.
Sí, debes predicar y ser ejemplo del amor de mi mensaje evangélico, y no tengas miedo ni te sientas tímido o tímida cuando te lo diga, porque Satanás desea atacarte a través del miedo y mi luz te elevará fuera de él."
Sí, mi Señor, lo comprendo. Cuando sea necesario, deseo que me lo expreses diariamente porque quiero ser valiente y valeroso. Te ruego que me guíes por intercesión del Beato Carlo, a quien tanto amo, a través de la difusión de tu palabra, de tus mensajes a través de los medios de comunicación'.
Nuestro Señor dice ahora, "Sí, hijo mío, te guiaré como deseo, y tu corazón será feliz y pleno. Y te protegeré de lo que te concierne. Y te guiaré en mi gloria.
¿Recuerdas la alegría de la visión del limonero de la vida? Y multiplícate, multiplícate hijo mío, camina en la gloria de mi palabra".
Señor, te pido por los miembros de mi familia que lo necesitan, especialmente por la curación de mi sobrino. Tú sabes quiénes son por su nombre, pues lo sabes todo. Y sólo di la palabra, mi Señor, y serán sanados.
Sí, concédeme tu descanso ahora en tu misericordia y gracias por la hermosa visión del camino que debo seguir: caminar contigo el Salvador, caminar contigo el cordero, caminar contigo a gloria por gloria.
Señor mío, consúmeme en tu amor'.
"Hijo mío, te llevaré, si me lo permites, a alturas no vistas por ningún hombre. Todo lo que debes hacer es recibirme en el poder de mi gloria. Serán tuyas para los demás y conocerás la verdad. Te liberará diariamente para amar con gran amor en el conocimiento y sabiduría que estoy inculcando dentro de tu alma.
Te amo y reclamo las promesas de mi Palabra. Cree y confía en mí, hijo mío".