Señor mío, "Así te he buscado en este santuario para ver tu poder y tu gloria", Salmo 63. Oh Señor mío, renueva hoy mi corazón y mi alma para que pueda dar testimonio de tu amor con cada palabra que pronuncie, y ser ejemplo de la luz, de tu luz, que hay en mí para los demás.'

"Hijo mío, habla con mi corazón".

Señor mío, estos últimos meses han sido maravillosos y bendecidos, además de gozosos por tu amor. También han estado llenos de muchos ataques del enemigo, y hay esos momentos en los que no sé cuánto más podré soportar. Tú eres mi única esperanza.

Espíritu Santo, ven a mi corazón, a mi mente, a mi cuerpo y a mi alma, y lléname de tu esperanza. El Salmo 42 dice: "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y compareceré ante Dios?".

Señor mío, te doy gracias porque te presentas ante mí cada día y veo tu amorosa misericordia por las almas.

Sí, renueva mi corazón, renueva lo que espero. Tómame, te amo. Dijiste que hablara a tu corazón y yo estoy en parte, cansado y fatigado, pero tu fuerza vive en mí'.

"Hijo mío, ¿no crees que yo mismo no me cansé o fatigué? ¿No crees que los pecados de la humanidad no me dejaron exhausto y que sigo estándolo?"

Sí, Señor mío, me arrepiento de mis pecados y de los del mundo entero, y te pido perdón por todo lo que te he ofendido'.

"Ven a mí, hija mía, deja que te abrace".

Ahora tengo una visión de Jesús ante mí. Una luz dorada emana de su cuerpo y le rodea. Sus brazos están abiertos para recibirme y entro en su amor.

"Hijo mío, ofrece cada día tu corazón a mi misericordia. Habla tu corazón a mi corazón.

Sí, corazón a corazón, alma a alma, y amor por amor, mi amor".

'Mi Señor, ¿cómo podéis llamarme así? Porque no sé si conozco el significado de esas palabras en este momento, pues soy indigno'.

"Hijo mío, mi amor por ti nunca ha cambiado y mi llamada persiste en mi misericordia".

Mi Señor, el Salmo 27 dice: "Cuando dijiste, busca mi rostro, mi corazón te dijo: 'Tu rostro, Señor, buscaré'".

Señor mío y Dios mío, busco tu rostro, porque en un momento me levantas y lo cambias todo. Todo se vuelve nuevo, y me lleno de vida. Mi corazón clama por tu misericordia.

Sí, mi Señor, Jeremías 29 dice: "Y me buscarás y me encontrarás cuando me busques de todo corazón". Quiero ir a ti con todo mi corazón. Quiero darte todo mi corazón".

"Deja que tu corazón cante una nueva canción de amor en mi gloria. Que tu corazón cante una nueva canción de amor en mi esperanza. Y no permitas que el enemigo use el miedo como arma contra ti. Alégrate en la belleza de la vida. Alégrate en la belleza de mi amor".

'Señor mío, despierta mi corazón y mi alma, Jesús'.

"Hijo mío, cuando camines conmigo, camina con la fuerza de mi amor, no del temor. Porque como yo digo, el amor echa fuera todo temor, así que cumple todas las cosas con alegría y mi misericordia será completa en ti."

Señor mío, todo lo que has creado es belleza. El Salmo 27 dice: "Una cosa he deseado del Señor, que buscaré, para morar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la belleza del Señor y para inquirir en su templo."

Quiero llegar, Señor mío. Aumenta tu amor en mí, porque tú eres mi esperanza".