"Mi Hijo descansa ahora, descansa".

Oh Espíritu Santo, lléname de la presencia eterna de tu amor. Guíame en tu misericordia para que no me estanque ni me complazca en espíritu sin ti, para que mi alma siga alcanzando las alturas del cielo, perfeccionándome en tus gracias y en tu amor.

Te pido si es tu voluntad, oh Espíritu divino, enteramente puro y verdadero, sanar el alma que ahora está en el hospital y que los médicos han dicho que han hecho todo lo que podían hacer. Pero nada es imposible para ti, oh Espíritu y Dios'.

El Espíritu Santo dice ahora, "Hijo mío, permíteme llenarte con las glorias de la luz de mi ser divino. Porque Yo, tu Espíritu de Amor, estoy contigo y deseo llenar tu corazón sólo con la verdad y la fuerza de Dios."

Renueva mi vida hoy. Renueva mi fuerza, mi esperanza, mi energía porque tú eres el poder de toda vida'.

"Sí, hijo mío."

Ahora tengo una visión del Espíritu Santo en forma de niebla delante de mí. La niebla que era como una sábana del cielo está tomando ahora la forma de un hombre en el que el Espíritu está poniendo su mano sobre mi corazón.

"Hijo mío, tienes mi corazón. Déjame llevarte como deseo, en paz y con misericordia".

Los cielos proclaman la gloria de Dios y el Espíritu de Jesús me consume.

Señor, he estado triste por mi hermano que ya no puede pilotar el avión en su profesión. Siento su tristeza. Pero por tu gracia, he presenciado en él una calma'.

"Dile que lo llevaré a volar en nuevas alturas de amor y que mi misericordia está con él".

Sí, Señor mío, renueva su esperanza y su alegría para ver con tus ojos la gloria de tu voluntad, la gloria de la esperanza.

Te amo, mi Señor.

"Descansa ahora, hija mía. Descansa. ¿Es esto todo de lo que deseas hablar?"

Sí, mi Señor. Tú conoces mi corazón y mis necesidades en todas las cosas. Te entrego mi corazón por lo que no he dicho. Pero lo más importante, rezo por la curación de esta alma y del corazón de mi hermano'.