Señor mío, te quiero, te amo. Acógeme como deseas en tu corazón. Guíame en tu misericordia y bondad para con los demás. Muéstrame la senda santa de tu camino y te ruego amarte cada día más, amor mío, que sólo tu amor me colma.
Que me quede en paz dentro de tu corazón para tu gloria y la alegría de tu luz dentro de mí'.
Nuestra Señora dice ahora, "Hijo mío, reza, reza a Jesús cada día para ser santo, para buscar ser santificado por él y que la gloria de su amor colme tu corazón. Reza para que la paz y la alegría y la luz de su misericordia te consuman. Reza por las almas de todo el mundo que necesitan esperanza y que necesitan a Jesús porque no le conocen.
Conociendo a Jesús, uno recibirá siempre la esperanza, la paz y la alegría de Dios.
Te amo, hijo mío, y que la gloria de la luz eterna de Jesús llene tu alma en este día para que camines en la alegría de las manos de su misericordia por tu corazón y por los demás."