"Hijo mío, déjame tomarte como deseo en mi amor. Déjame llevarte en mi misericordia dentro de los corazones de mis hijos. Hay tantos necesitados, hijo mío. Reza por aquellas almas de las que has sido testigo que están necesitadas. Porque en este país de Guyana, hay almas que tienen gran alegría incluso en su pobreza.

Escucha las palabras, la música, de mi corazón para cantar una nueva canción.

Estos días pasados han sido un reto, o una prueba, para ti, un gran ejercicio de amor. Pero ahora estás aquí, no te preocupes por el futuro, sólo por este momento en que aún puedes servirles con amor hasta que te llame a partir.

Deseo que en cada país al que os conduzca y piséis, recéis por los corazones de la gente del país".

Te amo, mi Señor. Es verdad, estoy cansado. Pero la alegría de servirte es mayor.

Perdona en tu misericordia mis pecados y los del mundo entero'.