En la comunión de los santos, en la Santa Comunión del amor de Dios, y en la iglesia de San Rufino. . .
Ahora, aquí en Asís, antes de la comunión, fui al santuario del Papa Juan Pablo II y al encender velas por mis intenciones de oración y al meditar sobre su imagen, pronunció estas palabras-.
"Mi querido hijo, cree. Cree en el amor de tu Dios, cuyo amor y misericordia son para todos sus hijos, pero tan pocos acuden a él. Y no basta sólo con creer. Hay que poner en práctica las gracias de creer, las gracias de la fe.
Amo a mi Dios con todo mi corazón y desde el cielo os digo estas palabras que la prueba de creer está en vuestras acciones y en vivir la santidad del mensaje evangélico y confiar vuestro corazón a Dios nuestro Padre, que es un Padre bueno y os ama entrañablemente a cada uno de vosotros.
Llevad vuestros corazones a la Cruz. Llevad vuestros corazones unidos a la pasión de Dios en su amor por vosotros. Llevad vuestros corazones a Él y haced resonar estas palabras amándole.
No os he olvidado a cada uno de vosotros, hijos míos, hermanos míos. Y desde el cielo pido que el poder de las gracias y la misericordia de la Santa Cruz llenen vuestros corazones del amor de Dios.
Paz, rogad por la paz ovejas mías a las que aún amo eternamente".