"Mi querida niña, es bueno que hayas venido a mí. Permíteme tomar tu mano para que sigas mi camino de amor. Y que pueda ofrecerte un cáliz de las aguas de mi misericordia que fluyen dentro de tu corazón para los corazones de los demás, uniéndote a la esperanza y alegría eternas de mi Sagrado Corazón. Para que vivas en las profundidades de mi Sagrado Corazón por toda la eternidad.

Sí, hijo mío, déjame llevarte allí, dentro del jardín de mi corazón, a nuevas alturas de amor cada día. Y que mi misericordia se derrame en ti para limpiarte y fortalecerte. La humanidad no conoce todo el amor que puede tener en mí. Pero siguen eligiendo el mundo, negándome a mí su Salvador.

Reza, mi querido hijo, reza por tus hermanos y hermanas de todo el mundo necesitados de mi misericordia. Continúa recibiéndome cada día para que pueda guiarte como deseo".

Sí, mi Señor. Sí, tómame como deseas para que descanse en tu misericordia'.

"Hijo mío, ¿sabes cuántos millones y millones de mis hijos han muerto a causa de los abortos? Porque mis hijos que eligen tal acto no respetan el don de la vida que nuestro Padre les ha dado. Es la mayor injusticia para toda la humanidad, para toda la creación y, lo que es más importante, para el corazón de mi Padre, que es amor y luz.

Sí, la humanidad sigue negándome a mí y a la esperanza de mi santo amor que puede redimirlos en mi misericordia de perdonar".

Señor mío, te pido perdón por mis pecados y por los del mundo entero'.

"Hijo mío, ven ahora y entrégate a mí. Entrégamelo todo hoy. Dame tu corazón y tu vida. Que tu amor por mí aumente con alegría y paz, con compasión y comprensión."

Sí, mi Señor, tómame como desees. Te amo. Consume mi corazón, mi mente, mi cuerpo y mi alma en tu amor'.