'Señor mío, que tu bondad y tu luz brillen hoy sobre la tierra, y que tu misericordia reine sobre nosotros como joyas de aguas vivas de tus celestiales océanos de amor'.
"Oh hijo mío, ven y búscame con todo tu corazón cada día, y me encontrarás esperándote a través de la alegría y el poder de mi Cruz que redime. Deja que tu corazón cante una nueva canción de amor. Porque en mi misericordia te llamo, como llamo cada día a todos mis hijos, y sin embargo tantos me niegan."
'En el Salmo 100 dice: "Porque el Señor es bueno, su misericordia es eterna y su fidelidad perdura por todas las generaciones". Señor mío, que tu verdad perdure en mí y que tu amor llene mi corazón de paz celestial'.
"Ve ahora, sí ve ahora, y que tu corazón arda como un fuego con mi amor divino y mi bondad por mis hijos".