Jesús me ha estado hablando en privado y ahora digo según el libro de Lamentaciones 3: "El Señor es bueno con los que le esperan, con el alma que le busca."

Ahora estoy con Jesús en el silencio de la belleza de la noche. Las fuertes lluvias han caído. El aire es fresco, lleno del aroma de los árboles tropicales que me rodean en este jardín de amor.

Sí, el amor a nuestro Señor está presente y en y a través de todas las cosas, su amor.

Jesús dice ahora, "Hijo mío, ven a mí. Siempre estoy esperando y mi corazón, que está lleno de amor, espera de verdad tu corazón y la esperanza de mi misericordia para colmar cada momento de tu vida. Porque yo soy tu Dios y deseo que me veas en todas las cosas, especialmente en tus hermanos y hermanas."

Sí, mi Señor, te agradezco el tiempo que me has dado en la República Dominicana, este país que amo tanto y que has caminado conmigo, me has tomado de la mano y me has guiado'.

"Mi hijo".

Señor, gracias. Tómame como deseas y que todo se cumpla por tu medio'.