Jesús: Mi querido hijo, no tengas miedo. Confía en que yo te daré lo que necesitas. A mí también me entristece profundamente cuando mis hermanos no se honran unos a otros en el amor. Yo proporcioné el camino para el amor en cada paso que di hacia el Calvario, allanando el camino para que el hombre amara a sus semejantes en la alegría de mi sacrificio.
No temas lo que ves y oyes pero no comprendes. Tu corazón ha estado temblando de miedo porque no has confiado en mi misericordia para protegerte de los ataques de Satanás. Él utilizará todos los medios posibles para distraerte de entrar en unión conmigo por el don de la divina providencia. Camina conmigo en todo lo que hagas para que tus actos sean de mi voluntad.
Sabed que mi misericordia está viva y arde apasionadamente en el amor de mi Cruz para que todas las almas obtengan la victoria de mi misericordia que las proteja de las tinieblas del pecado. Soy un Dios de amor y de paz, no de guerra y de odio. El hombre ha venido a darse un festín con la carne de sus semejantes porque no tiene compasión ni misericordia por sus pecados.
Cada hombre será juzgado según su fe en mí en todo lo que haya hecho para cumplir la gloria de mi voluntad. Nadie debe juzgar a otro hombre como justo o injusto, porque yo soy el único que puede ver en el corazón de cada uno de mis hijos creados para glorificarme.
Estoy contigo en todo lo que haces para asegurar las ramas de mi Reino. Camina conmigo en la luz de mi divina misericordia y amor como un don para tus hermanos y hermanas.