Jesús: Estoy presente para redimir a todas las almas. Gracias por venir a mí en este día y en esta noche de mi pasión. Me preocupo por todas las almas. He venido a ministrar mi palabra a todas las almas necesitadas de la riqueza de mi divina misericordia.

Deja que tu corazón sea libre para servirme. No te preocupes por nada, porque yo estoy siempre contigo. Confía en la bondad de mi palabra que te hará libre. Confía en todo lo que tengo para darte en este día.

Abre tu corazón para todas las almas entregándote a la misericordia de mi amor. Habla de mi paz por todas las almas. Porque en este día, di mi corazón y la última gota de mi sangre por los pecadores. En este día, me entregué por la redención de la humanidad. Mi obra fue terminada, pero aún continúa en la esperanza de la vida eterna para todas las almas.

Entrega tu corazón a la esperanza de esta vida eterna. Que sea libre para servirme como verdaderamente deseo. Yo estoy siempre contigo, y la misericordia de mi Cruz se derrama sobre este mundo por el bien de todos los pecadores.

Gregory: Mi oración es que vengas pronto para unir a todas las almas en el cuerpo de Tu amor. Estoy triste por los que están perdidos y no se sienten amados. Sólo la misericordia de tu Cruz puede liberarlos de su esclavitud.

Jesús: Vengo por todas las almas que me desean. No dejaré a ningún alma abandonada si viene a mí.

Gregory: Tengo una visión de María llorando.

María: El amor de mi hijo por todas las almas es mayor que cualquier pecado. Queda muy poco tiempo para que mis hijos se arrepientan. Él viene y cuando lo haga, no quedará tiempo. Oh, cómo necesita mi hijo que los pobres pecadores se den un festín con el cuerpo de su amor.

Su deseo es salvar a todas las almas antes de su venida. Pero esto no será posible sin la ayuda de sus hermanos y hermanas de todo el mundo reunidos en oración. La oración puede realizar muchos milagros. Es la luz de la gracia.

Mi Corazón Inmaculado está triste en esta misma hora porque pocos se arrepienten y muchos se perderán, se perderán en un mundo de dolor y de pecado. Pero hay una esperanza, y sólo una esperanza, y es Jesús. Jesús ayudará a cualquier alma que lo desee. Él los liberará de la bestia dentro de ellos.

Así como yace en la muerte, también resucitará para dar vida a los necesitados.