"Hijo mío, en todas las cosas, entrégame tu corazón. Entrega tu corazón a la gloria de mi amor, del que siempre hablo.
Porque tantas almas me niegan, un océano interminable de almas. Cuando mi misericordia está siempre esperando para redimirlas y darles mi amor.
Toma mi mano y quédate a mi lado. Ponte a mi lado. Y yo también iré delante de ti.
Sí, Satanás desea desilusionarte, por eso es importante que busques servir a los demás cada día mientras estás en misión, como te he llamado. De esa manera, tu corazón se centra en mí y en servir a la alegría de mi amor, para fortalecerte de los ataques del enemigo.
Sí, ve ahora y entrega tu corazón a la pureza de mi amor ofreciendo un vaso del agua de mi misericordia a los necesitados."