GREGORY: Jesús, te amo. Jesús, ¿qué quieres que haga? Me siento tan débil y vulnerable. Hay algo que temo. ¿Es una nueva puerta, un territorio desconocido? Porque seguramente Monseñor es amable y cariñoso.

Estoy teniendo una visión de Jesús en la Cruz. Su corazón está expuesto y no sé qué hacer. Jesús, ayúdame a estar en paz en esta misión. ¿Cómo puede mi corazón estar tan perturbado? Por favor, ayúdame a caminar en paz.

JESÚS: Gregory, ¿te olvidas de un ser que no desea que vayas? Es Satanás quien te está tentando para que te alejes de esta misión. No quiere que vayas porque se abrirán muchas puertas.

GREGORY: Jesús, me siento sin ropa.

JESÚS: Gregory, está bien. Quédate en paz. Confía en que te ayudaré. Confía en mí y no tengas miedo. No hay nada que temer. Estarás con Monseñor y él cuidará de ti. No permitirá que nada te suceda.

Te he pedido que vayas con un propósito específico desconocido para ti y esto te hace sentir incómodo.

GREGORY: Jesús, estas personas son muy ricas y yo no las conozco.

JESÚS: Ellos también son mis hijos. Ve y ámalos. Id y estad en paz. Les ayudarás a comprender mejor mi voluntad.

GREGORY: Jesús, ¿cómo puede ser así si yo mismo no lo entiendo?

JESÚS: Mi querido hijo, el aire del mar y de la tierra será fresco. Tu corazón se sentirá en paz y renovado. Entrarás en sus corazones en paz y les darás paz. No necesitan tu ayuda económica. Necesitan tu ayuda espiritual. Dame tu corazón y darás tu corazón al amor.

No temas, sino confía siempre en la gloria de mi amor para que te guíe.

¿Crees que te dejaría ir si te hiciera daño?

GREGORY: No, mi Señor, tú eres bondad y amor más allá de toda creencia. Nunca me pondrías en peligro espiritual.

JESÚS: Gregorio, mi amor está siempre contigo y quiero que busques la gloria de mis caminos. Confío a tu corazón una gran misión porque sé que tu corazón es bueno, incluso cuando te sientes más débil y cansado, o temeroso y pecador. Confío en tu corazón para que busque mi misericordia y viva en mí.

GREGORY: He hecho tantas cosas mal. Nunca querría hacer daño a uno de tus hijos con malas intenciones.

JESÚS: Gregorio, temer no es del Espíritu, sino de la carne. Mi querido hijo, eres un hombre, no Dios. En tu orgullo, debes recordar esto.

GREGORY: Sí, mi Señor.

JESÚS: Satanás quiere usar el orgullo como una herramienta, su mayor herramienta, contra ti. No debes temer, sino tener fe en que yo te guiaré como deseo. Ten paz para amarme. Satanás quiere traer estos temores y dudas a tu corazón. Recuerda donde hay duda ten fe y donde hay desesperación ten esperanza.

Sí, eres un pecador; todo hijo de Dios ha pecado, excepto mi madre. Ella ni una sola vez dudó, ni siquiera durante mi crucifixión que fue la espina punzante de su corazón.

Ella nunca cayó en la desgracia del pecado porque su corazón es inmaculado. Ella es la Inmaculada Concepción porque no llevó la mancha del pecado original. A los que niegan esto, les digo: ¿Cómo pudo Dios, nuestro Padre, permitir que su único Hijo naciera de un recipiente impuro? Ella, que es pura, dio a luz la pureza de mi corazón y la misericordia del mundo. Confía en mí, hijo mío, y en mi santa misericordia para liberarte en los momentos en que te sientas más tentado.

Acude a mí con todas tus necesidades. Quiero que sueñes, que veas las posibilidades de tu vocación porque nada es imposible para Dios.

Sí, deseo que vayas a Francia. Deseo que saborees la alegría de mi corazón en todos los lugares conocidos y desconocidos para ti, porque el amor realiza todas las posibilidades que parecen imposibles. Sí, ten paz y coraje.

Soy yo quien le da a uno valor de corazón en la fortaleza del Espíritu Santo. ¿Te sientes ahora en paz? Alabado sea Dios, nuestro Padre, que te ha librado de tales pruebas por el don de mi amor.

Id ahora, id con valor y amor por vuestros hermanos y hermanas.

Deja que el amor de mi Sagrado Corazón entre en tu alma. No temas acudir a mí en cada necesidad.

GREGORY: Señor, que la fuerza de tu Espíritu y de tu Sagrado Corazón me llenen cada día de la paz de tu presencia.

JESÚS: Mi querido hijo, ven y toma mi mano, ven y permíteme ver dentro de la alegría de tu corazón. Permíteme llenarte con la alegría y la paz de mi Espíritu. No tengas miedo. No tengas miedo. Deseo elevarte diariamente en mi luz eterna y todopoderosa para que puedas elevarte a vivir en la alegría de mi Espíritu.

Alégrate Gregorio, alégrate y no te dejes intimidar por la riqueza o el poder terrenal y tus propias debilidades. Deja que te llene con la luz eterna de mi presencia. Te quiero. Te amo, como tantas veces me dices.

Que el amor eterno de mi Espíritu Santo llene todas las almas. Rezo por todos mis hijos para que busquen una fe y una vida de oración más profundas. Busca renovar tu fe en mí cada día. Buscad caminar en la luz eterna de mi presencia. Yo estoy siempre contigo. Te invito a ti y a todas las almas a entrar diariamente en la alegría de mi corazón.

Cantad una nueva canción de amor y esperanza. Cantad con gran alegría porque yo estoy siempre con vosotros.

Deja que la luz de mi presencia penetre en tu alma para que nos consumamos como uno solo. Gregorio, entra diariamente en mi corazón con la alegría del amor. Entra con gran esperanza por los más necesitados. Ven ahora y descansa, seguiremos hablando más tarde.

Entra en mi corazón con gran alegría. No tengas miedo de amar. Ama.