"Hijo mío, ven a mí, permíteme ser tu fuerza. Que la luz eterna del poder de mi Cruz llene tu alma con mi misericordia y amor por tu corazón este día para que puedas compartir mi amor con otros, con aquellos que desean recibir la fuerza y la esperanza de tu Salvador a través de mi presencia dentro de ti, compartiendo el cumplimiento de las palabras que deseo darles dentro de sus corazones.

Sí, hijo mío, escucha mi corazón y descansa ahora, porque hay tantas almas que buscan y necesitan mi misericordia. Permite que mi amor misericordioso se derrame dentro de ti para que puedas ser un recipiente de amor para los demás en y a través de mí, tu Salvador."