Nuestra Señora dice, "Hijo mío, la gloria del trono de Dios nuestro Padre y su santo y eterno reino de amor y de luz descenderán en la unificación del cielo y de la tierra y en el rapto eterno del amor de Dios por sus hijos.
A través del poder de la Segunda Venida de mi hijo y la victoria de todo el bien sobre el mal, de toda la luz sobre las tinieblas, el reinado de Satanás sobre esta tierra terminará. Y la fe, la esperanza y el amor reinarán para siempre en los corazones de mis hijos que han elegido a Dios.
Paz, paz y sólo la paz viene de amar a Dios. Reza para que Dios te dé fuerzas para cumplir esta misión de esperanza para mis hijos. Rezad para que cada día améis más a Dios. Y que la gloria de este Espíritu Santo viva y habite en ti, para que puedas hablar milagros en los corazones de mis hijos".