Nuestro Señor dice, "Hijo mío, el corazón de todas las almas se realiza a través de mi tierna misericordia que perdona y renueva la vida.
Sí, hijo mío, renueva la vida en la alegría de mi compasión para comprender sus necesidades para tomar en mi corazón sus sufrimientos y darles mi amor de una manera tan pura que no se sientan abandonados ni juzgados. Sino que mi misericordia es como un bálsamo que cura las heridas del pecado y de las tinieblas y los dolores de la vida.
Entrégame tu corazón y te mostraré el camino. Entrega tu corazón a mi amor y te mostraré el camino para que hagas los sacrificios necesarios para servirme de la manera que yo deseo. Porque yo soy el camino, la verdad y la vida, y mi camino es sólo de amor".