"Hijo mío, escucha mi corazón, y mientras te digo esto, nunca subordines el poder que te he dado en mi Espíritu. En mí y por mí, por este don de mi palabra para tu corazón dar a cualquier hombre en la humildad de mi amor, servir a todos.
Pero primero me sirves a mí y a los deseos de mi corazón, hijo mío, los deseos de mi amor por ti y por mis hijos, para buscarme con todo tu corazón a través de la humildad de vivir al pie de mi Cruz cada día, humillándote y rindiéndote ante mí.
Porque yo te guiaré en mi misericordia no importa a donde te envíe. Camina por el sendero de mi vida a través de mi Espíritu y mi Espíritu que es santo y divino te guiará. Yo tengo el poder de hacer todas las cosas y nada es imposible para mí.
Todo lo que usted debe abrir su corazón y déjame guiarte como yo deseo. Porque todas las cosas tienen su tiempo perfecto según mi voluntad.
Te amo, hijo mío, te amo. Entrégame tu corazón hoy".