Señor mío, Dios mío, la gloria de tu amor me llama en la noche. Vive en mí. Tómame como deseas. Por tu bondad y tu misericordia, me has bendecido con todas las cosas. Y sólo quiero entregarte mi vida, para darla por mis hermanos y hermanas necesitados.

Sí, Señor mío, llévame en la gloria de esta noche a tu santa luz mientras nos preparamos para las próximas semanas de Adviento, los eternos días de Adviento, para que nazcas en mí cada día y yo renazca en ti y luego, por tu amor.

Te doy gracias, mi Señor, en mi amor'.

"Hijo mío, búscame sólo a mí para realizar tu vida. Pídeme lo que deseas y te lo daré".

Mi Señor, sólo deseo tu amor. ¿De qué me sirve ganar el mundo entero y perderte a ti? Te ruego vivir estos momentos contigo en los que tu amor me purifica, me santifica por tus gracias, para que pueda ver con claridad para seguir el camino de tu luz.

Filipenses 4 dice que mi Dios suplirá todas vuestras necesidades según las riquezas de su gloria en Cristo Jesús. Señor mío, la Escritura es una confirmación de tus palabras. Lleva mi corazón a un estado de descanso y paz'.

"Hijo mío, tu descanso y tu paz están en mí primero espiritualmente dentro de tu alma, tu corazón y tu mente, y luego en tu cuerpo".

'Sí, mi Señor, sólo te necesito a ti. Estoy cansado del viaje, de la misión a Italia'.

"Hijo mío, descansa y regocíjate en la gloria de mi amor que te doy. Tu misión fue cumplida y ahora Carlo será canonizado según mi voluntad".

Sí, Señor mío, gracias por todo lo que has realizado en tu nombre, para tu gloria y la redención de tus hijos. Mi corazón proclama la gloria de ti, Señor mío, y de la Santísima Trinidad, pues no esperaba que, antes de partir para Italia, cumplieras de tal modo la obra de esta canonización'.

"Hijo mío, la mayoría de las veces haré lo inesperado a lo que tú y mis hijos esperan. Lo más importante es que seas obediente a mi voluntad e ir, y en seguir mi camino en mis pasos, guiados por el Espíritu Santo, en mi mano para guiarte.

Deseo, hijo mío, que sigas cumpliendo tu labor con ella. Ella me necesitará ahora más que antes y más que nunca".

Sí, entiendo.

"Todo lo que debes hacer es permanecer presente y permitirme hablar a través de ti, pues esta obra fue realizada por mi corazón a través de tu presencia y a través de tu amor".

'Oh no, mi Señor, yo no hago nada. Eres tú quien cumple todas las cosas'.

"Pero necesitaba que estuvieras presente en la oración en el Vaticano. Recuerda que mi madre dijo una vez que la oración de un hombre puede cambiar el mundo y que mis hijos no comprenden verdaderamente el poder de la oración."

Sí, mi Señor.

"Todo lo que tenías que hacer era estar presente, en mí y a través de mí, para que yo pudiera dar la palabra".

'Señor, tómame como deseas y permaneceré presente en el amor por el amor de tus hijos. Y que se cumplan las palabras que Carlo me ha dicho de asistirme en mi misión y sus palabras de amor'.

"Sí, hijo mío, descansa ahora".

'Señor, te pido perdón por mis pecados y por los del mundo entero'.

"Tu penitencia consistirá, ya que estás perdonado, en dejarme llevarte como deseo. Que los frutos del Árbol de la Vida florezcan como la luz del sol dentro de tu corazón para mi gloria, para la gloria del amor. Y no te preocupes por el futuro, sino ve en mi amor.

Descansa ahora, descansa en mi amor".