"Mi querida hija, es bueno que hayas venido a mí. Permíteme llenarte de la luz, la esperanza y la misericordia de mi palabra que te dará paz mientras te preparas para tu viaje.
Creed, sí, creed que nada es imposible para mí. Y te guiaré en mi misericordia por el poder y la luz de mi Cruz que te sostendrá".
Señor mío, te amo, te doy gracias y te pido que me guíes en tu misericordia. Muéstrame la senda de tu camino.
Los árboles de aquí, el arce, son tan hermosos, de varios colores mientras el agua fluye por el jardín de rocas japonés. Todas las cosas en este lugar tan especial fueron diseñadas para su gloria.
Llévame como deseas, querido Señor. Muéstrame tu camino porque tú eres el camino, la verdad y la vida. Y cuanto más me acerco a ti, más claro lo veo.
Cúrame, Señor, con la fuerza de tu Espíritu. Transfunde mi sangre con tu sangre, abrázame entre tus brazos de luz y de misericordia y muéstrame tu camino.
Te amo, mi Señor. Tómame como desees'.