"Mi querido hijo, ven este día y comencemos de nuevo a cantar una nueva canción de amor en mi misericordia. Alégrate y da gracias al Señor tu Dios por todo lo que te ha dado y alaba a Dios nuestro Padre por tu vida y por un nuevo día de redención para las almas.
Sí, un nuevo día de redención para las almas en el que deseo conceder mis gracias de misericordia a quienes las reciban, para el perdón de los pecados y la redención de sus corazones para hacerlos nuevos y enteros y sanarlos y darles la paz."
Sí, Padre, te doy gracias por mi vida, por el don y el milagro de la vida en este día y por todas las bendiciones que recibiré y que tú me has dado. Y te ofrezco mi corazón para cumplir tu voluntad y mis intenciones en la oración.
Tú conoces mi corazón, Padre mío, guíame como quieras'.
"Te amo, hijo mío. Yo, tu Padre, te amo".
'Iré adonde tú me guíes, Padre, y me alegraré'.