'Mi esperanza está en ti, mi amor, y que la luz eterna de tu corazón, sagrada y pura y verdadera, ilumine el camino como una antorcha que arde con el fuego del amor para guiarme en mi misión.
Revélame a dónde quieres llevarme. Revélame la fuerza y la gloria de tu misericordia para todo lo que es bueno.
Que tu corazón proclame tu amor dentro de mí. Oh, amor mío, haz de mí la esposa eterna de tu corazón y te ruego, Señor, que sigas cumpliendo el camino de tu misericordia que es el amor a los demás necesitados. Te ofrezco todas las intenciones ofrecidas a mi corazón.
Te amo, Señor mío, y te ruego que hagas que mi corazón sea compasivo y fiel al corazón de mis hermanos y hermanas, lleno de comprensión y de luz'.
"Hijo mío, no abandones aún la ciudad de México. Porque verás cumplida la gloria de mi voluntad. Y luego, cuando te vayas, te llevaré a otros países antes de que regreses.
Alégrate, sí, de todo lo que hago por ti. Mantente firme en la esperanza de mi amor y de mi misericordia. Acércate a mí, hijo mío, y entre mis brazos descansa en mi misericordia".
Renueva el camino por el que quieres conducirme. Hazlo cada día para que pueda cumplir tu amor con gloria'.