Jueves Santo
"Hijo mío, ven a mí en la gloria de mi amor este día a través y en mi santa pasión para que tu corazón y los corazones de todos mis hijos estén siempre tan estrechamente unidos. A ti, hijo mío, y a mi eterno sacrificio en la Cruz, ofrécelo todo.
Entrégate a mí, corazón, mente, cuerpo y alma, y permíteme que te eleve entre mis brazos de misericordia hasta mi corazón en la Santa Cruz. Para que te santifiques, te purifiques al dar renovadas fuerzas en mí, en la esperanza de mi pasión y en el amor de la vida y la alegría de mi resurrección. Oye hablar a mi corazón contigo".
'Sí, mi Señor, lo haré con gran amor y con gran esperanza'.
"Hijo mío, me complace sobremanera que hayas venido a mí. Escucha la voz de mi corazón dentro de tu corazón".
¿Qué quieres que haga ahora, Señor? Revélame lo que deseas que haga'.
"Hijo mío, vivir y respirar sólo para mí, tener tu esperanza y tu confianza sólo en mí y en la misericordia de mi sacrificio y por el poder de mi Santa Cruz y resurrección a través de las cuales te guiaré.
Cree que todo es posible para tu Salvador. Cree y ten esperanza en mí".