"Mi querida niña, como brilla el sol, incluso en el cielo nocturno, es bueno que hayas venido a mí. Ven y déjame abrazarte. Pon tus brazos a mi alrededor y abrázame con tu amor. Ven y dame gracias por todo lo que he hecho y por todo lo que haré por ti.
Ven y cantemos una nueva canción de amor en mi misericordia. Quédate quieto y alégrate. Porque cuando das con caridad y me sirves con amor, todo se cumple según mi voluntad, no para tus propias necesidades, hijo mío, sino para las necesidades de los demás y de aquellos a quienes amas.
Sí, te quiero y estoy contigo. Reza cada día por la paz en todo el mundo. Deja que tu corazón esté en paz descansando en mis brazos porque cuando buscas amarme a mí, y sólo a mí, todas las cosas se cumplirán para mi gloria.
Mi corazón llora de misericordia por mis hijos.
Alégrate de estar ahora con tu familia. Es donde deseo que estés. Y gracias por cumplir mi llamada en la misión a la que te envié, pues podrás ayudarles en el futuro."
Te amo, mi Señor. Que viva para amarte sólo a ti'.
"Descansa ahora, descansa en mi amor".