'Padre, gracias, gracias por la gloria de este día en la Ciudad de México en el parque donde estoy en un jardín aislado cubierto por doseles de bambú y palmeras tropicales de todo tipo que dan vida a mi alma, que renuevan mi espíritu de vida a través del poder de tu Espíritu y tu presencia dentro de mí'.

Ahora tengo una visión de Jesús. Es nuestro Señor del Sagrado Corazón con sus manos abiertas y su corazón expuesto, en el que pude verlo desde arriba de su cintura levitando en el cielo con ojos de hermosa misericordia.

'Mi Señor, tómame como desees'.

"Hijo mío, ven y permíteme que te tome entre mis brazos mientras te llamo para mi gloria y la gloria de mi amor dentro de ti.

Sí, permíteme consumirte en mi amor en este momento. Y gracias por quedarte quieta para estar a solas aquí conmigo, rodeada del canto de los pájaros y de las palmeras tropicales que tanto amas.

Sí, te traje aquí, te traje aquí para que estuvieras a solas conmigo. Y ahora te tengo a ti".

Señor mío, haz de mí lo que quieras. Que tu voluntad se cumpla en mí hoy y todos los días de mi vida, para que pueda honrarte y glorificarte siendo obediente a tu amor, al camino, a la senda de tu amor. Porque tú eres el camino, la verdad y la vida".

"Hijo mío, deseo que me busques en momentos como éste para recibir la gloria de mi palabra para mis hijos. Porque estoy llamando a todos mis hijos a amarme, sin embargo tantos me niegan. Y te doy las gracias por ofrecer mi corazón a mis hijos en el retiro, ya que se alegraron mucho con mi amor y mi presencia dentro de vosotros."

Sí, mi Señor. También te doy las gracias por la visión de Morgan que pusiste en su corazón de mi corazón. La visión de la hermosa rosa roja de la gracia en la que estabas quitando una espina.

Te ofrezco mi corazón, mi mente, mi cuerpo y mi alma, Señor mío, al pie santo de tu Cruz, para que, por la gloria y la victoria de tu sacrificio, reciba cada día los dones de la fe, la esperanza y el amor de la redención, para amarte a ti, Padre nuestro, y al Espíritu Santo, de un modo más profundo. Para ver como tú ves por los corazones de tus hijos.

Sí, tómame como desees'.

"Te amo, hijo mío. Y mi Sagrado Corazón sangra por ti y por todos mis hijos, en el que derramo mi misericordia sobre el mundo entero por su esperanza en mí, en la esperanza de la redención, hijo mío.

Puedes venir aquí diariamente a recibirme y eso me dará una gran alegría.

Sí, hijo mío, gran alegría. Porque deseo que permanezcas en estado de oración conmigo cada día. Te amo, hijo mío".

Señor mío, mi alma se mueve con el viento y los árboles. Y puedo sentir tu presencia en mí y a mi alrededor. Tú estás en todo y en todas partes.

Te amo, mi Señor. Te amo.