"Sí, hijo mío, que la luz eterna de mi amor se derrame sobre ti".
Que la gloria de esta noche de luna y las estrellas que brillan llenen mi corazón de esperanza'.
"Sí, hijo mío, recibiste a mi madre para las mujeres de la cárcel, para renovar su esperanza y su fuerza. Y para decirles que ya no son hijos pródigos".
'Mi Señor, esas fueron sus palabras.'
"Sí, pero les hablaste en mi amor por sus corazones.
Es importante que tú también me recibas para tu corazón. Para que podamos continuar la gloria del camino en la luz".
'Te pido que me guíes en tu misericordia.'
"Hijo mío, también me gustaría compartir con tu corazón que mi presencia dentro de ti cumplirá en confirmar dentro de los corazones de mis hijos la alegría que es mi santo amor dentro de ti y para sus corazones".