Jesús: Las aguas vivas fluirán por toda la eternidad y mi amor brillará por todo el universo para todas las almas que me han proclamado como su Rey.

¿Por qué ha de seguir negándome el hombre? Los vientos y las lluvias, que predije que vendrían, se manifestaron en el huracán que tu pueblo llamó Floyd. ¿Cuándo escuchará mi pueblo antes de que la devastación tenga que ponerlo de rodillas para adorarme? Entonces, no les quedará nada en el corazón, excepto la humildad de buscar el amor de mi Padre.

¿Cuántas devastaciones más tendrá que invocar mi Padre sobre la tierra para liberar los corazones de mis hijos de su orgullo y egoísmo, de su negación de mí, el único Dios verdadero? Satanás no tendrá poder para vencerme en estos últimos días. Se levantará como una oscuridad menguante para ser derrotado. Los que estén con él no conocerán la misericordia, sino sólo la justicia eterna por haber servido a su legión.

Yo soy el que soy, el único y verdadero Dios de la luz. Mi Sagrado Corazón, que arde en el fuego del amor divino, reinará en justicia para los que han confiado en mí. Antes del día de mi venida, los vientos y la lluvia soplarán de nuevo, en mi misericordia, para poner de rodillas a mis hijos y salvar el mayor número posible de almas. No temáis, pues estaréis protegidos. Para los que me aman, no hay nada que temer, sino que hay esperanza en la luz de mi venida. Paz a ti y a todos los hombres que vendrán a mí a través de ti para el día final de la reconciliación.

Mi misericordia reinará eternamente para los que me han servido, pero para los que me niegan, no habrá misericordia en el día final.

Di: 'Jesús, confío en ti. Jesús, confío en ti. Jesús, confío en ti'. La fuerza de la próxima tormenta se reducirá entonces para los seleccionados para recibir la misericordia de mi justicia, pero no se perderán vidas. Sólo confíen en mí y les daré nueva vida.