
Nuestro Señor y Salvador Jesús dice, "Mi Sagrado Corazón de amor sigue llamando a todas las almas a mi misericordia, para que se arrepientan y reciba el perdón de mi corazón. Porque amo a todos y no hay pecado que sea mayor que mi misericordia para perdonar. Ningún alma está exenta de mi amorosa misericordia.
Llamo a todos los hombres al pie santo de mi Cruz, a la gloria de mi amor, para que me busquen con todo su corazón, a fin de que sean transformados y preparados para la gloria de la vida eterna en su salvación.
El amor abre las puertas del cielo a toda alma que me busca en mi misericordia y desea amarme eternamente. No podéis imaginar la gloria del amor que siento por mis hijos.
Búscame con todo tu corazón y me encontrarás esperándote con los brazos abiertos en mi amorosa misericordia para abrazarte. El poder de la Cruz es el poder de mi sacrificio amoroso por las almas, para curarlas en mi misericordia, perdonarlas y devolver la alegría, la gran alegría, a sus corazones.
Sí, primero el amor, luego la misericordia".
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